
Ayer fue un día de fiesta para el Perú: por fin celebramos un festival internacional de nuestra deliciosa y variada comida. Durante 3 días nos podremos deleitar con platos exquisitos a tan sólo S/.10 soles y algunos por menos. El cuartel San Martín fue acondicionado para tal evento y la organización estuvo casi perfecta, y digo “casi” porque un par de cosas aún se pueden mejorar:
-El stand de canje de tickets de comida creaba una cola desordenada; quizás se podría acondicionar en diversos puntos y no sólo en uno y siempre utilizando el método de kermesse que está fenomenal.
-La seguridad: la policía según me contaba un agente el día de ayer, fue contratada para dar seguridad en los exteriores, mientras que el servicio de seguridad VIP fue contratado para los interiores, pero no se dieron abasto ya que como muchos otros el día de ayer fui víctima de un robo (se chorearon olímpicamente mi celular). Cuando fui a avisarles a los chicos VIP que tengan cuidado porque me habían robado, dos chicos y una señora también habían sido víctimas del mismo robo, inclusive de una cámara de fotos. Una de las víctimas identificó a dos de los ladrones (un hombre y una mujer) que intentaron salir como Pedro en su casa pero los VIPS lograron detenerlos, excepto a la mujer que por el simple hecho de serlo, no la podían revisar. Ésta de tener puesto un chal, lentes y moño, intentó huir con casaca y pelos sueltos y con cara de “yo no fui” siendo detenida a insistencia mía en la puerta, pero ya era demasiado tarde: al no detenerla adentro le dieron tiempo de hacer cambio de “look” para no ser reconocida y de desaparecer la prueba del delito y para colmo, la policía la metió al patrullero junto con el compinche, que al ser revisado se le cayeron 2 celulares, y a ella encima le permitían hablar por teléfono…por eso a la policía se le “respeta caracho”.Creo que el próximo año podrían contratar o bien sea a la policía o al servicio de seguridad VIP pero asignándolos por zonas, de tal manera que estén un par de agentes por zona y en las áreas grandes hasta 4, de esa forma habría un poco más de control ante tanta gente que asiste a este tipo de eventos y considerando que “los choros” no pueden ser reconocidos fácilmente porque inclusive tiene el desparpajo de pagar entrada.
Al margen del sinsabor generado por este hurto a mi persona, disfruté de potajes deliciosos: ceviche de conchas negras de “La Paisana”, tallarines en salsa huancaína con lomo y un magnífico cheesecake de toblerone de “El Grifo”, un tacu tacu de “Tato”, un sándwich de chicharrón de “El Chinito”, los anticuchos de la “tía Grimanesa”, las galletas de “Claribel”, el pisco sour de “La Taberna de Queirolo”, los picarones de “don Pablo”, los helados de lúcuma del “OVNI” y una variedad increíble de panes peruanos…además de tener la suerte de conocer a compatriotas que quieren salir adelante, como doña Lola, a quien prometí visitar en Callahuanca en su puestito en la cancha de voley para que me prepare el arroz con pato que me prometió mientras hacíamos la cola para el tacu tacu.
-El stand de canje de tickets de comida creaba una cola desordenada; quizás se podría acondicionar en diversos puntos y no sólo en uno y siempre utilizando el método de kermesse que está fenomenal.
-La seguridad: la policía según me contaba un agente el día de ayer, fue contratada para dar seguridad en los exteriores, mientras que el servicio de seguridad VIP fue contratado para los interiores, pero no se dieron abasto ya que como muchos otros el día de ayer fui víctima de un robo (se chorearon olímpicamente mi celular). Cuando fui a avisarles a los chicos VIP que tengan cuidado porque me habían robado, dos chicos y una señora también habían sido víctimas del mismo robo, inclusive de una cámara de fotos. Una de las víctimas identificó a dos de los ladrones (un hombre y una mujer) que intentaron salir como Pedro en su casa pero los VIPS lograron detenerlos, excepto a la mujer que por el simple hecho de serlo, no la podían revisar. Ésta de tener puesto un chal, lentes y moño, intentó huir con casaca y pelos sueltos y con cara de “yo no fui” siendo detenida a insistencia mía en la puerta, pero ya era demasiado tarde: al no detenerla adentro le dieron tiempo de hacer cambio de “look” para no ser reconocida y de desaparecer la prueba del delito y para colmo, la policía la metió al patrullero junto con el compinche, que al ser revisado se le cayeron 2 celulares, y a ella encima le permitían hablar por teléfono…por eso a la policía se le “respeta caracho”.Creo que el próximo año podrían contratar o bien sea a la policía o al servicio de seguridad VIP pero asignándolos por zonas, de tal manera que estén un par de agentes por zona y en las áreas grandes hasta 4, de esa forma habría un poco más de control ante tanta gente que asiste a este tipo de eventos y considerando que “los choros” no pueden ser reconocidos fácilmente porque inclusive tiene el desparpajo de pagar entrada.
Al margen del sinsabor generado por este hurto a mi persona, disfruté de potajes deliciosos: ceviche de conchas negras de “La Paisana”, tallarines en salsa huancaína con lomo y un magnífico cheesecake de toblerone de “El Grifo”, un tacu tacu de “Tato”, un sándwich de chicharrón de “El Chinito”, los anticuchos de la “tía Grimanesa”, las galletas de “Claribel”, el pisco sour de “La Taberna de Queirolo”, los picarones de “don Pablo”, los helados de lúcuma del “OVNI” y una variedad increíble de panes peruanos…además de tener la suerte de conocer a compatriotas que quieren salir adelante, como doña Lola, a quien prometí visitar en Callahuanca en su puestito en la cancha de voley para que me prepare el arroz con pato que me prometió mientras hacíamos la cola para el tacu tacu.


Esperemos que con ciertos ajustes, este festival no sea sino el primero de muchos más y que nuestra comida sea reconocida mundialmente, porque no tenemos nada que envidiar y sí mucho de qué estar orgullosos de lo nuestro :)
Cuartel San Martín: Av. del Ejército, Miraflores (frente al estadio Manuel Bonilla)
Cuartel San Martín: Av. del Ejército, Miraflores (frente al estadio Manuel Bonilla)
Entradas: Vivanda y Plaza Vea S/.20 soles adultos y S/.10 soles niños
p.d. por si acaso cuiden sus celulares, cámaras y efectivo…de preferencia no lleven cartera ni auto porque no hay estacionamiento ... buen apetito!